El Colegio

¿QUIÉNES SOMOS?

El Colegio Sagrados Corazones es un Centro educativo promovido por la Congregación de los Sagrados Corazones, cuya misión es: Contemplar, vivir y anunciar el amor de Dios, único que verdaderamente repara, libera y reconcilia, buscando los desafíos de nuestra sociedad, y también los nuevos valores que nos ofrece. Nos identifica la fe en un Dios que ama nuestro mundo roto por la desigualdad, la debilidad y las limitaciones y nos ofrece la alternativa de trabajar por la transformación del corazón humano en solidaridad con los empobrecidos.


¿QUÉ QUEREMOS?

Consideramos al hombre como Hijo de Dios y hermano de los demás hombres, con los cuales va construyendo la historia como protagonista de ella.
La finalidad de nuestro Centro es su educación integral, preparando a los alumnos para ejercer sus capacidades humanas y cristianas en una sociedad plural en proceso permanente de cambio.

El alumno es el principal protagonista de su propia educación, por tanto queremos ayudarle a desarrollar todas las dimensiones de su personalidad: Física, Social, Intelenctual, Afectiva, Volitiva, Ética, Cristiana.

En consecuencia, como objetivos prioritarios, queremos lograr que los alumnos:

  1. Ejerciten todas sus capacidades cognoscitivas.
  2. Tengan hábitos de salud y bienestar y convivann armónicamente su identidad sexual.
  3. Desarrollen una afectividad plena y sana, que les ayude a vivir felices.
  4. Adquieran una voluntad firme y constante capaz de luchar por un ideal.
  5. Aprendan a convivir con otras culturas acogiéndolas y valorándolas.
  6. Se formen una conciencia ética clara y recta, basada en los valores evangélicos
  7. Descubran la persona de Jesucristo como centro de su fe.
  8. Interioricen, vivan y transmitan el Amor de Dios que reconcilia y libera.
  9. Conozcan y analicen la sociedad y se comprometan en la misión evangelizadora de la Iglesia y de la Congregación implicándose, de acuerdo a su edad y proceso de fe, e alternativas solidarias que luchen y denuncien las injusticias de nuestra sociedad.

¿CÓMO LO HACEMOS?

Dentro de las características de las distintas edades y niveles nuestra práctica educativa consiste en:

  • Acoger a la persona como expresión del amor de Dios a los hombres, y darles protagonismo y participación.
  • Llevar a cabo un acompañamiento personal, que ayude al crecimiento y maduración de cada alumno, enseñándole a leer e interpretar la vida, y a tomar postura ante ella.
  • Utilizar una pedagogía activa y personalizada que favorezca la investigación, el trabajo personal y el trabajo en equipo.
  • Dar orientación para el empleo del tiempo libre, que potencien y desarrollen aptitudes, despierten aficiones, etc.
  • Fundamentar las relaciones cercanas y cordiales entre todos (alumnos, profesores, padres, colaboradores) en el espíritu de familia y en la vivencia de los valores evangélicos de comunión, entrega, alegría, gratitud, perdón y paz.
  • Enfocar el estudio como un medio, no de poder y dominación, sino de compromiso en la construcción de un mundo más justo y solidario.
  • Sensibilizar a los alumnos ante las situaciones de injusticia, pobreza, marginación, violencia, etc. de nuestro mundo.
  • Trasmitir una escala de valores acorde con el Evangelio.
  • Hacer que toda la enseñanza constituya un diálogo entre la fe y la cutura, que haga posible, de manera progresiva, la opción personal, libre y comprometida con la fe cristiana como medio para afrontar y comprender los nuevos retos de las ciencias, la tecnología y la naturaleza.
  • Desarrollar el sentido de pertenencia a la Iglesia, Pueblo de Dios, como un miembro responsable, comprometido, crítico y misionero.
  • Vivir la Eucaristía:
    • como contemplación de la persona de Jesús de Nazaret.
    • como compromiso en la construcción del Reino.
    • como celebración de su presencia en medio de la comunidad
  • Ofrecer un plan pastoral que ayude a los alumnos a descubrir las exigencias del evangelio y la manera de vivirla en el mundo de hoy.
“Si mostráis a los alumnos las riquezas de sus cualidades y valores se sentirán atraídos por ellos. Si les habláis siempre solo de sus defectos, les quitareis las ganas de superarse.”
(E. Aymer)
“Para servir bien a Dios es preciso sentirse feliz.”
(E. Aymer)
“Quiero que los alumnos se sientan felices entre nosotros.”
(E. Aymer)
“La ciencia de las ciencias la más santa y más noble de la vida es la de formar el corazón de los niños en el amor del bien.”
(J. Mª Coudrin)

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